Un contrato inteligente o smart contract es un código o protocolo informático que facilita verificar y hacer cumplir un contrato de manera automática. Aunque existe discusión acerca de la necesidad o no de acudir a agentes externos para ejecutar la condición prevista, lo que está claro es que aportarán agilidad al sector de los negocios. Estos contratos funcionan en la cadena de bloques y, a priori, no necesitan la intervención de las personas para comprobar y ejecutar su cumplimiento.

Los smart contracts resumiendo son instrucciones codificadas que se ejecutan cuando ocurre un evento.

Como ejemplo, se acostumbra a explicar el caso de una casa de apuestas. Supongamos que queremos apostar una cantidad de dinero X a que el Barcelona gana la liga. Para ello deberíamos crear una cuenta neutral controlada por un smart contract, a la cual cada una de las partes debería abonar X criptomonedas. Una vez finalizada la liga, si el FCB ha resultado ganador, el propio contrato, accederá a una base de datos oficial, comprobará el ganador de la liga de fútbol y automáticamente enviará los fondos al vencedor de la apuesta.

Sistemas como PayPal usan actualmente los denominados contrato de depósito, a través de los cuales un intermediario conocido como agente de depósito en garantía audita el cumplimiento de ciertas condiciones pactadas en el contrato para activar, en su caso, los protocolos que permitan efectuar esa transacción.

Pese a la agilidad de Paypal, el potencial de esta tecnología nos permite prescindir del propio intermediario, es decir de Paypal, y, además nos garantiza la ejecución de la transacción sin renunciar a la seguridad actual. En este ámbito, actualmente Ethereum es la plataforma de smart contracts más destacada de la red.

¿Cómo funciona?


El código que constituye el contenido del contrato se almacena en la cadena de bloques, un libro virtual que registra todas las transacciones de una determinada criptomoneda. El código debe basarse en reglas lógicas (si pasa X, entonces Y) y condiciones (que pueden interactuar con dispositivos autónomos como sensores de IOT). El resultado es un acuerdo virtual blindado con todas las eventualidades cubiertas, de manera que si todas las partes entregan lo acordado, no existirá posibilidad de fraude.

En ocasiones resulta imprescindible acudir a agentes externos que verifiquen el cumplimiento de una condición. A estos agentes se les denomina oráculos. Los oráculos son instrumentos informáticos que permiten validar las condiciones previstas en los smart contracts. Generalmente hacen referencia a información externa para decidir si una cláusula del contrato ha sucedido o no. De esta manera, una vez que el oráculo obtiene la información y la contrasta, el contrato se ejecuta y la transacción se produce.

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